El papel de poner nombre en fotos siempre será un factor importante para que cualquier arte sea reconocido y recordado para siempre.
Sigue siendo una identidad para cualquier forma de arte y elegir un título de primera debería ser definitivamente una tarea desafiante para cualquier creador y una de ellas es poner nombre a fotos.
Uno debería empezar a pensar: “He creado algo, entonces ¿cómo lo nombro?”. Respondiendo a esta pregunta, este artículo debería crear una gran facilidad y abrir tus sentidos a la hora de nombrar una forma de arte o al menos a tu cachorro.
Bien, ya que hemos decidido nombrar nuestros cuadros, ¿cómo elegimos un título para ellos, un título que sea atractivo, nítido, fácil de entender y perfecto para relacionarlo con el arte?
Para empezar, los títulos siempre deben complementar la imagen, narrando su naturaleza, aflojando las complicaciones que pueda tener y haciendo que el espectador la entienda aún mejor.
Debe dar una pista sobre las sorpresas o la naturaleza ilógica de la imagen.
Los títulos o nombres deberían crear una sensación de compulsión para el creador, le ponemos nombre a todo, desde nuestros hijos hasta las mascotas, y creo que lo mismo debería ocurrir con la forma de arte.
Debería haber un contexto adicional a lo que ya ha hecho la imagen.
¿Cómo Poner Nombre a una Foto?
En caso de duda, a la hora de seleccionar los títulos o nombres de tus imágenes, mantenlos sencillos y neutros. Menos es más, más o menos.
Los buenos nombres complementan las obras dando al espectador más información relevante que enriquece su experiencia, indicando la relación de su creador con el tema, el medio y el público.
Sugiriendo pero no limitando la atención a dimensiones de la obra que de otro modo podrían pasar desapercibidas, dejando al mismo tiempo espacio para la interpretación del espectador.
Los malos nombres títulos dominan o subvierten las obras al intentar compensar lo que falta, al centrar la atención en un aspecto de la obra y desviar la atención de otros, al añadir una interpretación pesada que deja menos espacio para la participación del espectador, o al decirle al espectador en lugar de mostrarle.
Para evitar los malos nombres, en lugar de convertirse en un maestro del lenguaje, hay que mantener la sencillez.
Puede que te sientas tentado a mantenerlo muy simple. Recuerda que “Sin título” sigue siendo un título. Es el más neutro hasta el punto de ser indescriptible y casi desinformativo.
A veces funciona – bien. Muchas veces, no es suficiente. Pero eliminarlo por completo y limitarse a indicar el medio utilizado casi nunca es suficiente.
En la mayoría de los casos, basta con un poco más.
La convención clásica para nombrar una imagen es identificar el tema (nombrar a la persona, el lugar o la cosa) y añadir la fecha de creación:
- Si es una fotografía, utilice la fecha de exposición;
- si es una imagen de pintura, la fecha de finalización;
- si es una fotografía compuesta, utilice esta última;
- si es una imagen de un acontecimiento histórico, añada la fecha del acontecimiento en la primera parte del título y la fecha de finalización de la imagen.
¿Cómo como poner nombre a una foto, imagen o archivo Jpg?
Todo en esta vida se puede hacer con arte o sin el, no todos lo tenemos ni lo podemos aprender, pero si podemos poner un buen nombre a una imagen o fotografía siguiendo estas pautas.
Utiliza esta lista como trampolín para explorar tus opciones.
1 Indica el tema y la fecha: Semana Santa, Sevilla, 2021, por ejemplo.
2 Indica una relación con el tema, tuya o de otra persona; por ejemplo, Nazareno o Sentimiento.
3 Utilice una categoría general para el sujeto, en lugar de una individual.
4 Nombra un elemento formal de la obra: número, forma, color, tamaño, etc.
5 Haga referencia a otro medio, como la forma poética o musical.
6 Interprete vagamente el tema de forma subjetiva; los símiles y las metáforas suelen funcionar bien aquí, como Smells Like Teen Spirit.
7 Utiliza un término técnico, relacionado con el tema o con la creación de la obra, de forma que fomente una mayor indagación, como Ascenso o Descenso, por ejemplo.
8 Indique lo que el tema no es – No tiene título.
9 Cree una contradicción: piense en el famoso cuadro de Magritte de una pipa titulado Esto no es una pipa.
Sin duda, encontrará formas de ampliar esta lista.
Es interesante observar que, cuando se mantiene la sencillez y la convencionalidad, la especificidad juega a su favor, pero cuanto más creativo y poco convencional sea, más ambigüedad, a veces unida a una dosis de ironía o contradicción, jugará a su favor.
Puede que des con un título ingenioso. Si tienes esa suerte, pregúntate rápidamente: “¿Puedes repetirlo?”. Un título genial en medio de un grupo de fracasos destacará como un pulgar dolorido.
Los cuerpos de obra piden cierta coherencia. Dicho esto, es posible que variar las convenciones de titulación entre los distintos proyectos sea una forma eficaz de diferenciarlos.
Considere la posibilidad de crear una norma para sus títulos, después de haber reflexionado sobre sus efectos a corto y largo plazo en la forma en que el público responderá a su trabajo.
La creación de una práctica coherente tiene muchos beneficios, entre ellos la creación y el cumplimiento de expectativas y la reducción del tiempo y la energía que dedica a resolver nuevos términos.
Esto también llamará más la atención sobre las veces que te desvíes de tus normas, lo que puede ser ventajoso si se utiliza estratégicamente.
Al igual que su arte, los títulos tienen que ver con la comunicación.
Los títulos se convierten en una parte de su arte. Asegúrate de que tus títulos contribuyen a comunicar eficazmente lo que quieres comunicar. Merece la pena invertir tiempo en reflexionar sobre cómo titular tu obra.
Grado en Comunicación Audiovisual en Universidad Complutense de Madrid, especializado en Redacción de Contenidos, actualmente Encargado de Contenido y Posicionamiento. Nuestro objetivo es ayudar a nuestros lectores.